PROBLEMÁTICAS

PROBLEMÁTICAS

jueves, 26 de marzo de 2015

INTOLERANCIA



-No se respetan gustos
-Tiene que gustarle las cosas que a mi también me gusta para que me caiga bien.
-Me cae mal por que le gusta la música que yo detesto


MALTRATO ANIMAL.





Piloto mato a perro en Bogotá. (www.eltiempo.com) Juan Sebastián Toro habría matado a un perro en medio de una riña.

“Él corrió con el rabo entre las piernas hacia la casa, buscándonos, para que lo 

protegiéramos”. Así relató Marina Isaza el momento en el que su mascota, 

Príncipe, recibió un disparo propinado por el piloto de motos Juan Sebastián Toro.


Cada vez más aumenta el maltrato contra animales. 

NOTICIA ESTEREOTIPOS


Teletón y estereotipos: 

Trata acerca de ese famoso evento que convoca a los colombianos entorno a una causa específica: ayudar a las personas con discapacidad por medio de una donación masiva (y televisada) de dinero.

Todo con una misión loable: brindar tratamientos médicos, posibilidades de rehabilitación y fortalecimiento de sus habilidades para la inclusión social, bajo el término científico de Programa Integral de Rehabilitación (PRI). Es una buena causa que convoca año tras año la solidaridad nacional.

Empero, no faltan las críticas al papel de Teletón de un tiempo para acá. Más que su loable misión, que no tiene discusión, lo que resulta problemático es la representación colectiva que se forma de quienes tienen alguna discapacidad: esa manera en la que, a punta de imágenes lastimeras, la sociedad convierte un rasgo de la diversidad humana en una tragedia que merece la compasión de un país entero. Lágrimas, sonrisas, peticiones y, sobre todo, un sentimiento de autosatisfacción generalizado que, antes que comprender los rasgos de la discapacidad, entorpecen su existencia misma. ¿Acaso todos ellos son frágiles seres humanos, golpeados por la vida, que hay que socorrer, como nos los muestran durante dos días al año en cadena televisiva? ¿Ellos quieren verse así ante los demás? La Convención sobre los Derechos de las Personas con discapacidad obliga a Colombia a luchar contra los estereotipos, prejuicios y prácticas
nocivas contra esta población: ¿cumple Teletón con este requisito en el nivel simbólico? No creemos que lo haga, pese a sus buenas intenciones. Y nos parece, además, que, ante la variedad de discapacidades que existen, Teletón las iguala todas sin el enfoque diferenciado que se requiere. Eso distorsiona también su representación ante la sociedad, la imagen que proyectan, la discriminación que, ahí sí, sufren por parte de los demás.


El Estado debe entender que esto es un insumo (simbólicamente problemático) que es insuficiente para generar una sociedad incluyente que garantice los derechos de una parte de la población. Cambiando los discursos es por donde empiezan a transformarse las realidades. El segundo paso, que vemos lejano (la consecución de todos los derechos a servicios de salud), lo podemos ir pensando para el largo plazo; el primero, el del respeto, deberíamos aplicarlo de inmediato.

www.eltiempo.com

ESTEREOTIPOS



En la sociedad siempre nos han dicho esa famosa frase "¿Y que dirá la demás gente?" esto se ve cuando uno tiene un pensamiento diferente, una forma de vestir diferente, o una forma de ver el mundo pero no como lo ven ellos. Todo lo lidera la famosa e inservible sociedad, que en ves de estar mirando otras cosas, se fijan más en un físico, en la clase de hombre o mujer perfecto/a que van a tener en su vida, que tiene que ser la más guapa, la que se acople a los estereotipos que nos plantea la sucia sociedad, aquella que nos dice: "Una mujer perfecta es aquella que tiene medidas de 90, 60 y 90".


PROBLEMAS DE LA SOCIEDAD


¿Yo mato, tú matas...? / Voy y vuelvo

Nada puede disculpar hacer justicia por mano propia, ni siquiera la propia falta de justicia.

Tiene razón el alcalde Gustavo Petro cuando condena los recientes actos en los que un grupo de personas la emprendió contra un ladrón hasta dejarlo malherido.El hombre llegó hasta un centro asistencial y, posteriormente, murió, fruto de la golpiza y la mala atención del servicio de salud.

Para el mandatario, este tipo de ‘seguridad’ que los ciudadanos creen estar brindando lo único que genera es mayor sensación de inseguridad. Por tanto, no hay nada que alabar en acciones semejantes.
Este ejemplo de hacer justicia por mano propia no fue el único que convulsionó las redes sociales esta semana. Leí en El Espectador que el exalcalde Mockus debió intervenir para que otro supuesto ladrón no corriera la misma suerte. Y ya hasta existen páginas en internet que difunden escenas o fotografías de sujetos que han sido sometidos a esa especie de ‘juicio callejero y popular’ luego de ser capturados por ciudadanos del común.
Peligroso recurso este que nos recuerda las peores épocas de la mal llamada limpieza social para atacar indigentes, prostitutas o drogadictos. O los tristemente célebres grupos de autodefensas campesinas que terminaron convertidas en poderosos ejércitos al servicio de la mafia.

La explicación a esta forma de actuar no hay que buscarla lejos. La gente está cansada de sentir que la inseguridad gobierna sus vidas, que la Policía no actúa y que si lo hace un juez o un fiscal terminarán dejando libre al ladrón. Pero ¿son suficientes estas razones para actuar en gavilla?, ¿es sólido el argumento de que no hay justicia?
Petro recuerda que más que ejercer autoridad por mano propia hay que ver las cifras que hablan de una tasa de homicidio histórica en la ciudad, la más baja en décadas, y que ese es un síntoma de que la seguridad en Bogotá ha mejorado. Y responsabiliza a los medios de querer proyectar una imagen según la cual las cosas andan mal.

El Alcalde yerra al querer convencernos de que menos homicidios se traduce en mayor seguridad, entre otras, porque la mayoría de ellos se originan en ajustes de cuentas, riñas o trago. Sin duda, salvaguardar la vida está por encima de cualquier otra consideración. Y es inobjetable que hay menos asesinatos, aunque no conseguimos llegar a un dígito por cada 100.000 habitantes. Incluso, ha habido
períodos en los que hemos subido un punto. Pero reconozcamos que en este frente estamos mejor que el resto de capitales. No obstante, la sensación de inseguridad no se la está inventando la gente, está ahí, en la calle, la vive a diario, la padece a diario, la sufre a diario y la comparte a diario. Y se traduce en miedo a salir a la esquina, a tomar un bus, a quedar en un trancón, a pasar por una calle oscura; se palpa cuando se reza por los hijos que se van de rumba y uno queda con el corazón en la mano, como dicen las abuelas. Hay temor de dejar la casa sola, usar el celular en lugares públicos, sacar plata del cajero, del que me mira, del que va al lado... Eso es lo que genera la sensación de inseguridad, se sea víctima o no. Porque la victimización también creció, según el Observatorio de
Seguridad de la Cámara de Comercio.

Hace un par de meses, la empleada de un reconocido centro de belleza del norte de la ciudad salió con su sueldo hacia su casa. A pocos metros de la residencia, un sujeto la asaltó para hurtarle el bolso. Al oponer resistencia, esta madre soltera casi fue degollada por el hampón. ¿Es eso percepción? Hace tres semanas, un joven fue asesinado en un puente peatonal por robarle el celular. Las autoridades anunciaron operativos en varios de estos lugares para que casos así no se repitieran. Pues esta semana, otro joven fue apuñalado en un puente peatonal cercano al que cobró la primera víctima. ¿Es eso percepción de inseguridad? Un periodista de Citytv fue asaltado con cuchillo en la misma calle donde funciona el club de la Policía. ¿Es eso percepción o realidad?

Por supuesto que no puede hacer carrera esa práctica abominable de acabar con la vida de alguien, por malo que sea. Nos convertiría también en criminales. Pero es a la Alcaldía y a la Policía a quienes corresponde evitarlo con acciones concretas: mejor información, campañas de prevención, más autoridad, más estrategias y una alta dosis de justicia, la parte más difícil, sin duda.


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